COLABORADORES PADEL 2014

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lunes, 5 de octubre de 2015

La lucha de los enfermos de Síndrome de Fatiga Crónica por un nombre a la enfermedad que respeten tanto los profesionales Sanidad como el resto de la Sociedad

LA LUCHA DE LOS PACIENTES POR LA JUSTICIA


LA LUCHA DE LOS PACIENTES POR LA JUSTICIA
(“PATIENTS BATTLE FOR JUSTICE”)
Dr Leonard A. Jason, DePaul University
28 de septiembre del 2015
Publicado en el Oxford University Press Blog (“OUPblog”)
¿Es posible que una enfermedad tan invalidante como la diabetes tipo 2, como un fallo cardiaco o como la última etapa de un fallo renal pueda seguir siendo ridiculizada y deslegitimizada por científicos y profesionales de la sanidad?
Desgraciadamente este es el caso de una enfermedad grave que afecta a más de un millón de personas en los EEUU. Y estos pacientes están siendo negados sus derechos básicos: respeto, el recibir un diagnóstico relevante y un tratamiento humano.
Cuando esta enfermedad comenzó, tenía un nombre creíble: encefalomielitis miálgica (EM), y los criterios de diagnóstico los desarrolló el distinguido médico británico, Dr. Melvin Ramsay. Pero en el año 1988, los Centros de Control de Enfermedades de los EEUU (CDC) cambió el nombre a “síndrome de fatiga crónica” (SFC).
Los pacientes estaban de acuerdo en que tal nombre trivializaba la enfermedad pero no tenían la fuerza ni la autoridad para enfrentarse a los CDC. En nuevo nombre ponía a los pacientes, a nivel mundial, en una situación difícil, porque tenían que utilizar este nombre ridículo y estigmatizante para explicar su enfermedad a sus familias, amigos, compañeros de trabajo y médicos.
Un tiempo después, se dijo que estos pacientes tenían una enfermedad rara, “La Gripe de los Yuppis”, y una epidemiología mala fue responsable de esta caracterización tan poco científica.
Y como si esto no fuera suficiente, los CDC en el año 1994 desarrollaron una definición de la enfermedad (los criterios de Fukuda) que no requería los síntomas principales de esta enfermedad (tales como un malestar extremo post-esfuerzo y problemas neurocognitivos).
Cuando esta definición de la enfermedad se utilizaba para seleccionar a los pacientes, daba un resultado heterogéneo que aumentó la imposibilidad de identificar biomarcadores, lo cual llevó a que muchos de estos enfermos fueran etiquetados de tener enfermedades psiquiátricas. Hubo psiquiatras que estaban confundidos que desarrollaron tratamientos tales como aumentar el ejercicio, aunque los problemas principales que mostraban estos pacientes eran debilidad muscular y fatiga post esfuerzo.
Nunca ha habido, en la historia de la medicina, una lucha como esta de David y Goliat, entre pacientes que están muy enfermos intentando derrotar una casta médica y científica tan carca. La historia de resistencia de estos enfermos no es la de una pequeña pelea. Es más bien una guerra importante contra profesionales sanitarios y científicos que ha durado décadas y que está muy bien documentada por Hillary Johnson (en su libro Osler’s Web…que no está disponible en castellano).
En el último año, en un esfuerzo para rectificar estos abusos trágicos, el Instituto de Medicina en los EEUU (IOM) presentó un informe que no solo enfatizaba lo muy debilitante que es esta enfermedad, también rechazó el nombre estigmatizante de “síndrome de fatiga crónica” (SFC) y la definición errónea de esta enfermedad que daban los criterios de Fukuda.
Desgraciadamente, sobre todo después de tantas décadas de desastres, el IOM impuso a la comunidad de pacientes otro nombre a esta enfermedad poco relevante (Enfermedad Sistémica de Intolerancia al Esfuerzo). Pero los pacientes, con gran valentía, pusieron en cuestión esta recomendación recogiendo datos que puso en evidencia de este ridículo cambio de nombre.
Hasta el comité federal (de los EEUU) sobre esta enfermedad, el Chronic Fatigue Syndrome Advisory Committee, en su reciente reunión en agosto del 2015, rechazó este nuevo nombre.
¿Hay alguna manera de reparar el daño hecho a los pacientes por los científicos con buenas intenciones del IOM? A lo mejor deberíamos considerar reactiva el brillante trabajo del Dr Melvin Ramsay y la expresión “Encefalomielitis Miálgica”, que identificaría un grupo más pequeño y más homogéneo de pacientes con EM.
En cambio, los pacientes que encajan en el criterio más amplio del IOM, se les podría dar el diagnóstico de Síndrome de Disfunción Neuroendocrino (que fue recomendado por el grupo inspirado por pacientes, el Name Change Workgroup – el Grupo de Trabajo para Cambiar el nombre- hace una década) podría reemplazar SFC y esa categoría representaría el grupo más amplio que encaja en los síntomas del IOM, el principal de los cuales es la presencia de fatiga de más de seis meses.
Esta separación de clasificaciones eliminaría el tan odiado nombre SFC, validaría el nombre original EM, separaría EM de los criterios del IOM y daría un nombre que no estigmatizaría a los pacientes que no cumplen los criterios más restrictivos de la EM.
Además, los criterios del IOM se podrían utilizar en la práctica clínica, mientras los criterios más restrictivos de la EM podrían ser utilizados para las investigaciones. Algunos científicos a lo mejor prefieren esta clasificación en tres grupos según la severidad. Pero todos estamos de acuerdo de que este tipo de diferenciación ocurre en muchas enfermedades, y que tales sistemas de clasificación tienen en potencial de clarificar resultados en estudios epidemiológicos, etiológicos y de tratamientos.
Se tome la decisión que se tome sobre los nombres y los criterios, el proceso de decidir esto tiene que ser abierto y transparente y los pacientes tiene que tener un rol importante, decisivo y de liderazgo en tales decisiones.
El Dr. Leonard A. Jason es profesor en la Universidad DePaul en Chicago y director del Centre for Community Research. Desde hace 25 años investiga y publica sobre la Encefalomielitis Miálgica/Síndrome de Fatiga Crónica: estudios sobre calidad de vida, mortalidad, criterios, etc, y es uno de los académicos más importantes, a nivel mundial, sobre esta enfermedad.
Nota de clarificación: En España se siguen utilizando los desfasados criterios de Fukuda de 1994 y en también desfasado nombre “Síndrome de Fatiga Crónica”.

jueves, 27 de marzo de 2014

Expertos apuestan por abordar el tratamiento de la fibromialgia y el síndrome de la fatiga crónica desde una visión multidisciplinar

JORNADAS agrafim 2013

Se reúnen en el salón de actos de la Diputación Provincial en unas jornadas nacionales y regionales que han sido inauguradas por la diputada delegada de Familia y Bienestar Social, Marta Nievas, que ha destacado la apuesta social del equipo de Gobierno “con las iniciativas de las asociaciones a favor de quienes más lo necesitan” 20/04/2013 “Que estas jornadas se celebren en este salón de actos es una satisfacción porque entendemos que la Diputación tiene que ser el Ayuntamiento de los ayuntamientos y entendemos que tiene que estar abierta a la participación”. Con estas palabras se dirigió ayer la diputada delegada de Familia y Bienestar Social, Marta Nievas, al auditorio de expertos y afectados que se ha dado cita en el salón de actos de la sede principal de la Institución Provincial con motivo de las I Jornadas Nacionales y IV Regionales de fibromialgia y síndrome de fatiga crónica. Durante la inauguración de este encuentro, que continúa sus trabajos durante el día de hoy, Marta Nievas destacó la importancia de “las mesas redondas y talleres de trabajo” que van a servir “para conocer el testimonio de las mujeres afectadas” cuyo porcentaje “va aumentando desgraciadamente”. A alrededor de un 4 por ciento de mujeres de entre 20 y 50 años se le diagnostica este tipo de dolencia.
“Las administraciones de la provincia de Granada están representadas aquí para que estos trabajos den fruto y las conclusiones sean muy positivas”, ha señalado Marta Nievas que ha hecho hincapié en que “desde el equipo de Gobierno de la Diputación vamos a seguir apoyando estas iniciativas” que se unen a la contribución de la difusión del trabajo de las asociaciones que trabajan en el ámbito de fibromialgia, síndrome de fatiga crónica y sensibilidad química múltiple por todos los pueblos de la provincia para “que haya cuantos más recursos e información mejor”. En el acto de inauguración también participaron Fernando Egea, teniente de alcalde de Atención a la Familia, Bienestar Social e Igualdad del Ayuntamiento de Granada; Higinio Almagro, delegado territorial de Salud y Bienestar Social de la Junta de Andalucía; y Rosa María Fernández, presidenta de la Asociación Granadina de Fibromialgia (AGRAFIM) quien ha agradecido a las administraciones el apoyo al trabajo que realizan con voluntarios de los que también ha destacado su “esfuerzo y dedicación”. A todos ellos y a los expertos reunidos con motivo de estas jornadas ha dado la bienvenida a Granada el concejal de Bienestar Social de la capital, Fernando Egea, que se ha mostrado convencido de que “estos días en la ciudad sean también en cierto modo una terapia”. El Consejo Municipal de Discapacidad de Granada cuenta con una línea de ayuda a los afectados de fibromialgia, entre otros, facilitándoles también la difusión de actividades con iniciativas como la Feria de Asociaciones. Para el delegado territorial Salud y Bienestar Social de la Junta de Andalucía, Higinio Almagro, la celebración de estas jornadas en Granada suponen adelantarse “de la mejor forma posible” al Día Internacional de la Fibromialgia, el próximo 12 de mayo, con un “punto de encuentro para las ideas, los proyectos, las reflexiones y las sugerencias”. Tras la inauguración dieron comienzo las ponencias con el doctor Francisco Javier Gallo Parejo, médico de familia y director de la Unidad de Gestión Clínica del Centro de Salud Zaidín-Sur, quien expuso los factores definitorios, en la teoría y en la práctica, de la atención del paciente con fibromialgia en atención primaria. El programa de las jornadas continúa durante el día de hoy conforme a la siguiente previsión: - 10:00. ‘Fibromialgia: ¿qué es? ¿por qué ocurre? ¿cómo se diagnostica? ¿cómo se trata?’. Piedad Morillas Arques. Licenciada en Medicina y Cirugía por la Universidad de Medicina de Granada Especialista en Reumatología en el Hospital Universitario San Cecilio de Granada - 10:30-11:00. Ponencia ‘Hands on vs hands off en fisioterapia, ¿una cuestión para fibromialgia?’ Eduardo Castro Martín. Licenciado en Kinesiología y Fisiatría, Diplomado en Fisioterapia, Osteópata C.O., Master en Antropología Física y Forense. Experto en terapia manual y en terapia miofascial. Departamento de Fisioterapia. Universidad de Granada. 11:00. Ponencia ‘Funcionalidad en Fibromialgia y Fatiga Crónica’. Ana Arias Gasol. Diplomada en Terapia Ocupacional, Diplomada en Logopedia. Master en Ergonomía. Corporación Sanitaria Clinic de Barcelona, Servicio de Reumatología, Unidad de Fibromialgia 11:30- Ponencia Gustavo R. del Paso. Catedrático de Universidad en la Universidad de Jaén, Departamento de Psicología. 12:30-13:00- Ponencia ‘Aplicaciones de mindfulness –conciencia plena– en el proceso de enfermedad: Dolor crónico y fibromialgia’. Luis Carlos Delgado Pastor. Dr. en Psicología Clínica y de la Salud. Universidad de Zaragoza. Departamento de Psicología y Sociología. Universidad de Zaragoza. Grupo de Psicofisiología Humana y de la Salud. Universidad de Granada. 13:00 - Ponencia ‘Síndrome de fatiga crónica y fibromialgia: semejanzas y diferencias’. Joaquim Fernández Solá. Médico consultor sénior de Medicina Interna, profesor agregado de medicina universidad de Barcelona Coordinador de la Unidad de Fatiga Crónica, Hospital Clínic de Barcelona 13:30- Mesa redonda. Moderadora: Lydia Martín. 16:00-17:00- Presentación de comunicaciones orales. 17:00-19:00- Realización de talleres prácticos simultáneos. – Taller ‘Dolor orofacial y disfunción cráneo-mandibular’. Eduardo Castro Martín. Licenciado en Kinesiología y Fisiatría, Diplomado en Fisioterapia, Osteópata C.O., Máster en Antropología Física y Forense. Experto en terapia Manual y en terapia Miofascial. Departamento de Fisioterapia. Universidad de Granada. – Taller ‘Funcionalidad en Fibromialgia y Fatiga Crónica’. Ana Arias Gasol. Diplomada en Terapia Ocupacional, Diplomada en Logopedia. Master en Ergonomía. Corporación Sanitaria Clinic de Barcelona, Servicio de Reumatología, Unidad de Fibromialgia. – Taller ‘Afrontamiento del proceso de enfermedad, dolor crónico y fibromialgia basado en mindfulness y valores’. Luis Delgado Pastor. Dr. en Psicología Clínica y de la Salud. Universidad de Zaragoza. Departamento de Psicología y Sociología. Universidad de Zaragoza. Grupo de Psicofisiología Humana y de la Salud. Universidad de Granada. 19:00- Clausura de las jornadas.

jueves, 20 de marzo de 2014

Conociendo la fibromialgia y el síndrome de fátiga crónica; Síndrome Sensitivo Disfuncional


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Conociendo la fibromialgia y el síndrome de fátiga crónica; Síndrome Sensitivo Disfuncional

FIBROMIALGIA, SINDROME DE FATIGA CRÓNICA y OTRAS CUITAS
Andrea Marquez Lopez Mato, Pablo Beretta
Instituto de Psiquiatría Biológica Integral (ipbi)
Introducción

“Estoy cansada de la mañana a la noche”; “Me levanto agotada y me despierto peor”;
 “Me duele todo el cuerpo”; “No me pueden tocar porque se empeora el dolor” ;
 “Me deprime sentirme incapacitada”; “Mi familia no aguanta más mis quejas”; 
“Los análisis me dan normales pero yo tengo algo”; “Es como si estuviera con 
gripe en forma permanente”; “Estoy tan fatigada que me duele todo el cuerpo”
 “ Se me hinchan los dedos y los ojos todas las mañanas”. “No puedo ponerme
 en marcha para salir de casa”. “Quiero pero el cuerpo no me da”. “Ya no soy yo”
Estas palabras son las habituales con que se explican los pacientes de Síndrome 
de Fatiga Crónica y fibromiálgicos

Son absolutamente inespecíficas y pueden corresponderse con muchas enfermedades.
Descartadas las enfermedades con signos clínicos indiscutibles (anemia, 
hipotiroidismo, paraneoplasias, etc.) parecen corresponder a desordenes
 afectivos como las depresiones unipolares o las distimias.

Por esta razón el enfoque que considera a estos nuevos síndromes como 
equivalentes depresivos dominó (y domina) el diagnóstico de avezados psiquiatras

Digámoslo de una vez, estas patologías pueden coincidir, o predisponer a
 depresión mayor pero no son iguales ni larvadas
Son parecidas en algunas variables sintomáticas y semiológicas pero son 
diferentes entidades con neurobiologías diferentes que si bien comparten
 algunas semejanzas presentan más diferencias que igualdades.

Síndrome Sensitivo Disfuncional (SCD) Concepto
Aclaremos primero la clínica de este grupo de patologías y su nueva 
conceptualización como Síndrome Neuroquímico Múltiple o Síndrome de 
Disfunción o Síndrome de Sensibilidad Central, término que puso Yunnus 
en los años 90. Englobó a la Fibromialgia, al Síndrome de Intestino
 Irritable, al Síndrome de Fatiga Crónica, al Síndrome de Piernas
 Inquietas, a la cefalea tensional, a la dismenorrea primaria, a la
cistitis intersticial, al Síndrome por Dolor Miofascial y al dolor 
de la articulación temporo-mandibular, entre otros dentro del
 Síndrome Disfuncional, ya que presentaban características
 clínicas comunes y respuesta a agentes serotoninérgicos o noradrenérgicos,
 proponiendo como hipótesis la existencia de una disfunción 
neuroendócrina-inmune que establecía un nexo entre todas ellas.

Wessely las incluiría en el término genérico de Síndromes Somáticos
 Funcionales (SSF), insistiendo en la fuerte asociación que presentan los 
síntomas somáticos y su despertar por el distrés emocional, presentando todas 
ellas una serie de elementos comunes. En la actualidad se considera más
 oportuno el término de Síndrome de Sensibilidad Central (CSS).

Todas estas enfermedades comparten la prevalencia femenina, el dolor, el 
cansancio, los problemas de sueño, la hiperalgesia generalizada y pocas 
pruebas macroscópicas o microscópicas de daño en los tejidos periféricos.
Datos recientes comprueban la hipótesis de que todos estos desórdenes 
comparten un mecanismo biofisiológico de disregulación neurohormonal. 
Parece que los problemas neurológicos provocan una sensibilización central
 lo que implica cambios a nivel molecular, químico y funcional en el SNC
 provocando una amplificación y generalización de dolor y una intensificación de
 otras sensaciones.

Es decir que la sensibilización central se puede definir como la “hiperemocionabilidad
” de las neuronas del SNC en respuesta a los noci-estímulos periféricos, de manera
 que hay una respuesta exagerada a un estímulo doloroso normal (hiperalgesia), 
duración superior de la respuesta a un estímulo corto (dolor persistente), y una
 respuesta de dolor después de un estímulo normalmente no-nociceptivo, como
 tocar o frotar (alodinia).
Los efectos de este bombardeo sensorial a las sinapsis del asta dorsal 
medular provoca información errada o distorsionada a las estructuras supraespinales
, que hace que el estímulo se interprete con diferente modulación perceptiva,
 cognitiva y afectiva. Las neuronas de la médula dorsal sufren cambios a nivel
 celular, molecular, químico e incluso anatómico. Es esta neuroplasticidad dorsal
 y central la que da como resultado final, un estado de hiperemocionabilidad e
 hipersensibilidad de las neuronas del SNC.

Los cambios neuroplásticos periféricos incluyen cambios transinápticos neuroquímicos,
 como aumento del calcio intercelular, activación de los segundos mensajeros, 
expresión exagerada de protooncogenes (como c-fos) y una alteración de la 
permeabilidad de la membrana celular. Los mediadores químicos que se alteran 
incluyen la sustancia P, la neurokinina A, el péptido relacionado con gen relacionado
 a la calcitonina (CGRP), la somatostatina, la colecistoquinina, el VIP y la galanina.
Todo se conjuga para provocar aumento de AAE tipo glutamato e hiperactivación de
 recetor NMDA.
Es decir que Yunnus fue visionario al pensar que el nombre correcto del síndrome
 que agrupa a estas enfermedades es el de Síndrome de Sensibilidad.
Describiremos las principales entidades, con más detenimiento en las que más son
 objeto de consulta en nuestra especialidad.

Síndrome de Fatiga Crónica (SFC)
El Síndrome de Fatiga Crónica e Inmunodeficiencia (CFIDS, por sus siglas en inglés) 
merece un apartado propio ya que es la más citada de este grupo de enfermedades.
Podemos decir que la primera descripción fue hecha por Beard en 1869, quien lo
 bautizó como agotamiento nervioso. También fue denominado Housewife Síndrome,
 Encefalopatía Miálgica y Post Viral Fatigue Síndrome.
Se considera que más del 5% de la población mundial padece SFC, siendo la 
proporción de 1 a 10 del SFC sobre la Fibromialgia. Aclaremos que el SFC representa
 una subcategoría diagnóstica, de baja incidencia (aproximadamente solo un 10%),
 de las múltiples causas responsables de la FC. Es más frecuente en el sexo femenino.

Los factores predisponentes incluyen la edad avanzada, el sedentarismo; 
el trabajo excesivo, el estrés, las rehabilitaciones posquirúrgicas; las infecciones
 reiteradas o secuelares y el antecedente de enfermedad vascular o vasculopatía periférica.
El SFC presenta un pico de aparición estacional, en otoño, por lo que se lo
 ha vinculado a un probable origen infeccioso coincidente con la mayor incidencia
 de procesos infecciosos en dicha estación.

Caso clínico descrito por una paciente (LL 60 años)
“Mi enfermedad comenzó el 13 de agosto del 2007. Según la que subscribe,
 fue por haber sentido frío durante una fiesta de casamiento. Síntomas: decaimiento
 y dolor de garganta, asco a la comida, dolor de cabeza, sudoración nocturna, algunas
 líneas de fiebre. Visité diez médicos clínicos, y el diagnóstico fue angina, laringitis, gripe, etc.
Los síntomas aumentaban, el decaimiento se transformó en cansancio diario 
acompañado por miedo. Visité a tres renombrados inmunólogos, uno de ellos 
sobre el fin de año 2007, quien me diagnosticó citomegalovirus. Las cosas empeoraban,
 me decían que para combatirlo no hay remedios, que se curaba solo. Los primeros días 
del año 2008 y de común acuerdo con el inmunólogo me interno por una semana por 
haber sufrido un ataque de pánico al no tener ninguna mejoría en mi estado, durante
 la misma me hicieron innumerables estudios neurológicos. Conclusión, el diagnóstico 
más específico es citomegalovirus en el sistema nervioso central y que se curaba solo.
 Visito por mi cuenta dos psiquiatras los que me tratan por depresión, los medicamentos
 que me prescriben no los toleré, los dos psiquiatras eran acompañados por dos psicólogos,
 todos fracasaron y ya había transcurrido un año y medio.
Por sugerencia de un conocido concurro a una especialista en PNIE y gracias a Dios y
 a la Dra., con quien estoy bajo tratamiento hace 2 escasos meses, me encuentro un 90 % mejor
Los estándares para el diagnóstico del Síndrome de Fatiga Crónica han sido definidos
 internacionalmente desde el 2006 e incluyen:
-Astenia (cansancio) intensa y fatigabilidad fácil, que no merma con el descanso nocturno,
 incluso sin haber realizado esfuerzo físico.
-Inicio generalmente repentino, a veces después de un cuadro similar a una gripe u otras
 enfermedades víricas
-Curso con desorientación, pérdidas de memoria a corto plazo, confusión e irritabilidad 
(afectación neuro-cognitiva o fibrofog).
-Trastornos del sueño: sueño no reparador e hipersomnia diurna
-Dolor muscular.
-Faringitis miálgica (dolor de garganta).
-Dolor con la palpación de ganglios linfáticos de cuello o axilas.
-Fiebre leve (38,3º o menos).
-Dolores de cabeza.
-Fotofobia (hipersensibilidad a la luz).

Todos los síntomas deben presentar una duración de al menos seis meses, pudiendo 
persistir años.
Recalquemos que en la clínica, tiene especial importancia la presencia de febrícula,
 con o sin escalofríos, la sudoración nocturna y la debilidad muscular, además de
 los dolores musculares o articulares. Se subrayan, como otros antecedentes de
 importancia relativa a las faringitis o molestias faríngeas, las adenopatías dolorosas,
 la hipersensibilidad cutánea y la diarrea persistente
En el área neurológica, se describen cefalea, pérdida de memoria, trastornos visuales
 y diferentes grados de alteraciones del sueño. En el área psiquiátrica, se objetivan
 algunos cambios bruscos del estado de ánimo, descenso de las funciones cognitivas,
 disminución de la volición y ataques de pánico.

Es más severa cuando se detectan más de 8 síntomas inexplicables en el momento de la
 presentación., cuando la duración es mayor al año y medio, cuando se acompaña de distimia, cuanto menor es el nivel educacional, cuanto más avanzada sea la edad de inicio.
Deben evaluarse el estado de ánimo, las creencias sobre la enfermedad, el medio 
ambiente y el nivel de actividad del paciente ya que juegan un rol fundamental para la 
comprensión integral del cuadro. Debemos tener en cuenta que cuanto más largo 
es el tiempo de evolución, más importante es el deterioro cognitivo.

Entre las hipótesis etio-patológicas del SFC, ya desde hace 10 años, algunos 
autores realizan una descripción pormenorizada. Destacamos las siguientes:

1) Viral, ya que se hallaron anticuerpos contra el herpes virus de Epstein Barr: Herpes 
simple y Citomegalovirus, Herpes virus HHV-6, y enterovirus como polio, coxsackie y echo. 
También Retrovirus, HIV, HTLV-1 y HTLV-2 han sido hallados en pacientes con SFC. 
Se ha propuesto que la activación anormal de la Ribonucleasa L (RNAsa L) o la aparición 
de alguna fracción específica de ésta, podría tener valor en el diagnóstico del SFC.
2) Inmunodeficiencia, en la cual se supone que algún agente daña el sistema inmunitario, 
acudiendo el sistema celular T, que libera citoquinas las que provocan la enfermedad;
 siendo fundamental la acción de la interleuquina 2. Se ha descubierto que en los 
pacientes existen menos linfocitos citolíticos naturales (Natural Killer) o un descenso
 en la actividad (NKCA) Asimismo, se han observado diferencias en los marcadores
 de activación de linfocitos T (no todos los especialistas han observado estas
 diferencias consistentemente) En cualquier caso, las subpoblaciones linfocitarias
 parecen estar aumentadas para CD38 y CD26 (marcador de activación celular) 
y disminuidas para CD8 (una célula supresora). La producción de anticuerpos 
parece incrementada, lo que favorece la aparición de inmunocomplejos circulantes.
Parece interesante la hipótesis que afirma que una serie de detonantes, como los
 tóxicos químicos o las infecciones víricas, tal vez den paso a una alteración crónica 
de citoquinas que conlleva al Síndrome de Fatiga Crónica (SFC). Varios estudios
 también han revelado que es probable que los pacientes tengan un historial de alergias
 mayor que los grupos de referencia sanos.
3) Alteración del eje hipotálamo-hipofisario-adrenal, ya que numerosos estudios
 han indicado que el cortisol y la CRH aumentadas en síndromes de estrés o depresión
 puedan contribuir a los signos sistémicos y a la alteración inmune del SFC. 
Sin embargo en el SFC es más frecuente observar hipofunción del sistema adrenal,
 tanto del cortisol como de la dehidroepiandosterona. Esto está demostrado en 
varios trabajos de la literatura y en nuestros propios trabajos (Pizzutto, Ostera, Lopez Mato)
 en más de 300 pacientes
4) Alteración autonómica. Se hipotetiza que la activación continuada del SNA acaba 
produciendo un efecto inverso que contribuye al desarrollo del SFC en personas 
susceptibles demostrada por la hipotensión mediada neuralmente (HMN).
5) Cambios musculares ya que la fatigabilidad neuromuscular aumentada sería secundaria a
 una menor disponibilidad de oxígeno, con menor oxidación aeróbica muscular y 
disminución en la fosfocreatina muscular También puede haber daño muscular directo 
ocasionado por alguna replicación viral. Nuevas teorías subrayan la posibilidad de
 una acumulación de protones con descenso del glucógeno muscular y la glucosa en sangre.
 Estas hipótesis explican que la acumulación de protones que se ve al realizar esfuerzos
 físicos es mayor aún en gente sedentaria y que en ellos disminuye la actividad aeróbica
 y aumenta la glucólisis anaeróbica, con desmesurado aumento de los niveles de ácidos
 grasos plasmáticos (la oxidación no alcanza a consumir el total de los ácidos grasos
 movilizados).
6) Cambios celulares Este año se ha descrito en un grupo pequeño de 
pacientes (Instituto Ferran Fructuoso de Barcelona) pleomorfismo mitocondrial 
con menor tamaño y disminución de crestas, y disminución de la capacidad oxidativa
 en biopsia de músculo deltoides. Proponen la teoría de una miopatía mitocondrial pleocolonial.
7) Alteraciones del sueño, que algunos consideran primarias con trastornos 
periódicos de la motilidad, apneas, narcolepsia y somnolencia diurna. Se publica disminución de hipocretinas y disminución del umbral de secreción de melatonina
8) Alteraciones serotoninérgicas con disminución de su actividad. Se ha descripto
 la presencia de anticuerpos antiserotonina en algunos pacientes con síndromes sensitivos
 disfuncionales
En un update sobre la etiología del Síndrome de Fatiga Crónica, publicado en la revista 
“Biological Psychiatry;” en septiembre 2008 a cargo de Sanders se concluye como
 determinante que:
-Alguna infección causa la inducción de anticuerpos antiACTH que interfiere con la 
producción de cortisol
-La combinación del estrés y la reactivación de virosis previas es la más frecuente
 de las causas
-Más del 50% de los estudios encuentran hipocortisolemia
-Algunos estudios muestran disminución de CD56
-Se evidencia aumento del estrés oxidativo con disminución de zinc
- Hay ligera predisposición genética.

Fibromialgia
La Fibromialgia es un síndrome complejo caracterizado por dolencias musculoesqueléticas
 varias con amplificación de la percepción del dolor y síntomas sistémicos difusos pero
 característicos.
El dolor de músculos y tejidos blandos se describe como profundo, irradiado, torturante,
 punzante o urente y varía de leve a severo. Los pacientes tienden a despertarse
 debido a los dolores y a la rigidez del cuerpo, que les impide posiciones cómodas 
aún durante el descanso.
Para algunos, el dolor disminuye durante el día y aumenta nuevamente en las horas 
de la noche, aunque muchos de ellos presentan dolor implacable durante las 24 hs. 
Aumenta con la actividad exagerada, el frío, el clima húmedo, la ansiedad y el estrés.
Históricamente ha sido denominada Reumatismo Tisular, Fibrositis o Reumatismo
 Psicógeno. El concepto de Fibromialgia se acuñó recién en la década de los setenta
 Hoy se la considera parte del Síndrome Sensitivo Disfuncional
La enfermedad tiene una prevalencia de 1 a 13 % para las mujeres y entre 0.2 y 3.9 %
 para los hombres.
Hoy se considera que a los puntos álgidos, siempre se suman alteraciones del sueño
 y es frecuente la sintomatología gastrointestinal comórbida. Puede acompañarse de
 hipersensibilidad a diferentes olores, sonidos, luces y vibraciones. Son comunes
 la incomodidad después del ejercicio ligero, la fiebre ligera y la temperatura corporal
 más baja de lo normal.
Caso clínico descrito por una paciente (MA 38 años)
“Comencé hace 5 años con dolores musculares que empezaban a la mañana y muchísimo 
cansancio. Me los banqué un tiempo y a los dos meses fui al clínico que no encontró
 nada en los análisis y me indicó no estresarme y hacer gimnasia. Los ejercicios 
empeoraban mi cansancio. Me mandaron a hacer psicoterapia que me sirvió para 
otras cosas pero no para el cansancio. Se me hizo difícil dormir y empecé a no tolerar
 lo que comía con molestias y diarrea al mismo tiempo que los dolores empeoraban. 
Al intentar tocarme las zonas de músculos doloridos empeoraba la sensación. Leí en 
internet lo que era la Fibromialgia y consulte a una especialista en PNIE. 
Me estudiaron de arriba abajo. Me descartaron otras enfermedades, me diagnosticaron, 
medicaron y me siento mucho mejor. Lástima que perdí tiempo y nadie me creía,
 ni médicos ni familia”.
Resumiendo, según los criterios diagnósticos clínicos de las últimas revisiones 
publicadas se destacan:
-Presencia de dolor predominantemente mecánico.
-Rigidez matutina o tras reposo.
-Distribución específica de puntos gatillos en la inserción muscular o en el propio
 músculo, pero no en áreas de inervación densa. Estos se describen en 11 de
 18 puntos, que duelen ante la presión bilateral, en occipucio (inserción de músculos
 occipitales), cervical inferior (espacio intervertebral c6-c7), trapecios (punto 
medio del borde superior), supraespinosos (origen supraescapular), segunda 
costilla (articulaciones costocondrales), epicóndilo lateral (2 cm. distal de los epicóndilos), 
glúteos (pliegue de los cuadrantes superiores externos de las nalgas),
 trocanter mayor (protuberancia trocantérica), rodilla (en la almohadilla de grasa de la cara
 interna de la rodilla), escalenos
-Alteraciones del sueño como insomnio, sueño ligero, despertar frecuente, bruxismo y 
sueño no reparador.
-Fatiga de aparición matutina con leve mejoría después para progresivamente ir 
aumentando a lo largo del día.
-Parestesias e inflamación subjetiva, con frecuencia bilateral.
-Síntomas psiquiátricos como ansiedad, depresión, distímia, trastornos de pánico y 
cuadros de fobia simple en 70 a 90% de los casos.
-Síntomas gastrointestinales como colon irritable, dispepsia, flatulencia, náuseas, 
estreñimiento, diarrea o cuadro pseudoobstructivos, en 40 a 60% de casos
-Síntomas vegetativos como extremidades frías, boca seca, hiperhidrosis, disfunción 
ortostática , Fenómeno de Raynaud y temblor en 40 a 70 % de casos
-Síntomas genitourinarios como dismenorrea, Síndrome Premenstrual y vejiga irritable
 en 30 a 50% de casos
-Cefalea tensional en el 50% de casos
-Intolerancia a múltiples fármacos.
-Alteración del eje límbico-hipotálamo-hipófisis-adrenal con hipoactividad del eje
-Durante la exploración física tanto la movilidad articular como el balance muscular
 y la exploración neurológica son normales, sin apreciarse signos inflamatorios 
articulares. Se aprecia habitualmente una hiperalgesia generalizada que se acentúa
 al presionar sobre las prominencias óseas y uniones músculo-tendinosas (entesopatía).
Deben realizarse una serie de pruebas con el fin de realizar el diagnóstico diferencial
 correcto con una serie de enfermedades que puedan ocasionar dolor y fatiga 
muscular Como gran novedad se ha impuesto la determinación de anticuerpos 
PAP (anticuerpos antipolimerasa) que parecería ser prometedor en la sensibilidad 
diagnóstica.
Entre las hipótesis etio-patológicas de la Fibromialgia destacamos las siguientes:
-Genética con estudios controlados de varios alelos involucrados sin especificidad 
pero orientados a considerarla una enfermedad de base autosomal dominante.
-Alteraciones del ritmo circadiano
-El estrés, ya que las alteraciones a nivel del eje hipotálamo-hipófisis-adrenal, apoyarían 
la hipótesis de que la elevada actividad de CRH determinaría muchos síntomas de la 
Fibromialgia y múltiples alteraciones de otros ejes hormonales (GH, TRH)
-Alteración inmune secuelar por agentes infecciosas (los mismos descriptos para 
SFC en párrafos anteriores. En algunos casos hay detección de anticuerpos antiserotonina 
y antipolimero
-Cambios en el metabolismo músculo-esquelético, posiblemente generados por la 
disminución del flujo sanguíneo
-Cambios musculares con presencia de fibras ragged-re, rubber band y fibras apolilladas.
-Alteraciones a nivel de la microvascularización, con disminución del número de 
capilares por cm2, disminución de niveles de enzimas oxidativas y disminución 
de niveles de somatomedina C que darían lugar a problemas isquémicos musculares
 sintomáticos
-Alteraciones específicas de Q10 como parte del estrés oxidativo. En 2009 se
 publica (Fernandez Moreno en Universidad de Cádiz) déficit de Q10 y 
consecuente exceso de radicales libres; reversible con terapéutica con Q10 y vitamina E.
 La amitriptilina, tan usada hace algunos años, en cultivos celulares empeora este estrés
 oxidativo
-Degeneración de las fascias o de la expansión aponeurótica que envuelve músculos,
 tendones y sus articulaciones con las partes blandas. Se cree que las retracciones de 
las fascias explicarían el dolor y su irradiación por compromiso de células y matriz 
constituyentes de este tejido (fibroblastos, mastocitos, macrófago, colágeno,
 elastina, líquido intersticial, componentes de la microvascularización., etc)
-Sensibilidad Química Múltiple (MCS) que configura un desorden adquirido caracterizado
 por síntomas recurrentes, referibles a múltiples sistemas orgánicos, que ocurre en
 respuesta a la exposición demostrable a múltiples compuestos químicamente no 
relacionados, en dosis muy por debajo de aquellas en las que comienzan a tener
 efectos dañinos. En el MCS existiría una exposición sensibilizante, que cambia 
los patrones de excitabilidad de áreas límbicas y mesolímbicas, abriendo la posibilidad
 de que distintas sustancias desencadenantes –incluyendo aquella sensibilizante- generen
 la producción de síntomas.
En el estudio nacional de Fibromialgia, Fatiga Crónica y patologías relacionadas
 que llevamos a cabo entre el Centro de Medicina Familiar (Dra Gloria Pizzutto) 
el Instituto de Bioquímica Clínica (Dra Delia Ostera) e ipbi (Dra Andrea Lopez Mato)
 estudiamos 300 pacientes y medimos variables clínicas y bioquímicas. Este trabajo, 
que sigue en curso, será presentado a premio en el Congreso Mundial de la
 Federación Internacional de Psiquiatría Biológica 2009.
De sus conclusiones extraemos que los síntomas más frecuentes son:
-cansancio y fatiga 33%
-dolor muscular 23%
-dolor cervical 23%
-despertares NOREM frecuentes 20%
-olvidos 6%
-cefaleas 4%
-dolores articulares 4%
-colon irritable y dispepsia 4%
-diarrea 2%
-bruxismo 2%
-cistitis intersticial-vulvodinia 2%
Fueron llamativos los eventos traumáticos severos, detectados por la Dra Gloria
 Pizzuto. Detallamos la detección de:
-hogares matriarcales 99%
-pérdidas (pareja-padre-hijos-trabajo) 33%
-abuso sexual 29%
-madres depresivas y/abandónicas 23%
-cirugías previas (discopatías-histerectomías) 20%
-accidentes automovilísticos 13%
Las variables bioquímicas, resueltas en su mayoría por la 
Dra Delia Ostera, revelaron múltiples alteraciones psiconeuroinmunoendócrinas.
 No configuran un sistema diagnóstico pero revelan severas disfunciones que 
subyacen a la presentación signo-sintomatológicas:
es bioquímicas, resueltas en su mayoría por la Dra Delia Ostera, revelaron
 múltiples alteraciones psiconeuroinmunoendócrinas. No configuran un sistema
 diagnóstico pero revelan severas disfunciones que subyacen a la presentación
 signo-sintomatológicas:
fibromialgia y sindrome de fatiga cronica
Tratamiento de los SCD
El desconocimiento de la etiopatología global de la Fibromialgia y enfermedades
 relacionadas tiene implicancias en la poca confiabilidad terapéutica.
Si bien cada entidad patológica agrupada por Yunus en el Síndrome 
Sensitivo Disfuncional tiene su particularidad clínica y terapéutica, a fines pedagógicos
 haremos mayor hincapié en el tratamiento de los síntomas capitales: el dolor y la fatiga.
Muchas veces se trata al dolor con una variedad de fármacos que hace suponer 
conocer bastante del tema o todo lo contrario.
Sucede que el dolor tiene por lo menos tres componentes sobre los cuales podemos
 actuar con distintos fármacos. Un componente sensorial, un componente afectivo y 
otro evaluativo.
El componente sensitivo o discriminativo es el que define la localización 
del estímulo doloroso. Su correspondiente anatómico son las terminaciones nerviosas
 donde se produce el fenómeno de transducción. Es el sustrato de acción de los 
analgésicos comunes que evitan la formación de sustancias álgidas, metabolitos del 
ácido araquidónico, y de los antirrecurrenciales que disminuyen la propagación del impulso
 nervioso.
El componente afectivo está relacionado con el conocimiento previo del dolor e integra 
las estructuras límbicas. Es el sitio de acción, entonces, de los antidepresivos
 que modulan vías indolaminérgicas y catecolaminérgicas, y de los ansiolíticos que 
modulan la neurotransmisión gabaérgica en la amígdala.
El componente evaluativo perceptivo involucra otras áreas superiores cerebrales, 
es donde actúan los ansiolíticos y donde tiene llegada también la psicoterapia.

Antiinflamatorios:
Los pacientes que sufren estos síndromes suelen concurrir a la consulta sobremedicados
 con variedades de antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) en altas dosis y con las
 consecuencias de éstos: gastritis erosivas, cuando no úlceras gastroduodenales, y
 en el mejor de los casos tomando algún agente inhibidor de la bomba de protones gástrico.
El uso del ibuprofeno en todas sus formas farmacéuticas es avalado por la literatura
 internacional y la práctica médica para el tratamiento del dolor sobretodo del tipo 
nociceptivo como en las Fibromialgias. Se recomienda la asociación de
 ibuprofeno con alprazolam, considerando que el ansiolítico deberá usarse 
preferentemente en episodios agudos y por cortos períodos de tiempo.
Es llamativo que los inhibidores de las ciclooxigenasas selectivos no producen
 los efectos beneficiosos esperados pese a tener funciones más específicas sobre el dolor.
Las opiniones sobre el uso de los corticoides es más controvertido. Deberían poder tener 
más efectos sobre el dolor en estas patologías considerando que actúan inhibiendo
 la fosfolipasa A2 en estadíos del proceso inflamatorio y álgico más tempranos que los 
AINEs quienes lo hacen posteriormente inhibiendo la ciclooxigenasas. Se suelen 
utilizar otros fármacos y métodos antes que los corticoides, reservando éstos para 
episodios agudos y de mayor gravedad.
Antidepresivos:
Es sabido desde hace varios años del uso de antidepresivos en el tratamiento del dolor. 
El fundamento es la modulación de la neurotransmisión en las fibras descendentes y a nivel 
del ganglio de la raíz dorsal (GRD). Para los casos en que el síntoma capital es el
 dolor, el uso de un antidepresivo serotoninérgico suele ser de elección. Este tipo de 
antidepresivo nos hace inferir la participación de la vía serotoninérgica en el proceso del dolor.
Generalmente los antidepresivos tricíclicos - y de éstos más la amitriptilina- son los 
más recomendados y utilizados por los neurólogos.
Dentro del grupo de los agentes inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina, 
la fluoxetina parece ser la preferida por los clínicos en general.
Cuando los dolores se acompañan de fatiga y otros síntomas físicos, como en el Síndrome
 de Fatiga Crónica, los pacientes medicados con agentes serotoninérgicos mejoran
 parcialmente, por lo que se recomienda el uso de antidepresivos duales, como la 
duloxetina y el milnaciprán. Estos favorecen la acción analgésica pero también mejoran la
 astenia, la hipobulia y los síntomas afectivos asociados.
En la práctica cotidiana observamos que se requieren en general para el Síndrome de
Fatiga Crónica dosis mayores a las usuales y su comienzo de acción también suele ser
 mayor al habitual para otros trastornos psiquiátricos. Es importante recordar esto para saber
 esperar al fármaco a que actúe y no dudar de aumentar la dosis de no haber respuesta 
suficiente pasado un lapso de tiempo razonable.
Como ocurre en otros cuadros psiquiátricos, para la elección del antidepresivo se 
tendrá en cuenta las características propias del paciente –obesidad, diabetes, hipertensión
 arterial, etc.- y las propias de la enfermedad –insomnio, ansiedad, depresión-.
Una asociación farmacológica descripta es la de un antidepresivo tricíclico con 
ciclobenzaprida cuando las contracturas musculares lo ameritan.

Ansiolíticos:
Los ansiolíticos son habitualmente utilizados (uso, abuso y uso indebido) por pacientes
 que sufren dolor, a pesar de que existe poca evidencia que soporte esta indicación.
 El riesgo de dependencia y abstinencia puede ser mayor en la población con dolor de
 tipo crónico.
Son útiles cuando se administran por un período de tiempo limitado para la ansiedad y 
el insomnio que produce el dolor.
El alprazolam parece tener algunas ventajas únicas pero también puede mostrar todos 
los inconvenientes de este grupo de fármacos. Se le recomienda en dolores agudos con
 angustia asociada y por períodos de tiempo reducidos, y junto a otros fármacos.
El clonazepam tiene un grado alto de actividad GABAérgica y menor actividad sobre 
los receptores de benzodiacepinas y de glicina. La alta actividad GABAérgica le
 confiere propiedades anticonvulsivantes. El clonazepam es de elección para tratamientos
 del dolor prolongados y cuando el componente de ansiedad es más importante. Es de remarcar
 que es efectivo en el tratamiento del Síndrome de Piernas Inquietas que pertenece
 también al grupo de Síndromes Sensitivos Disfuncionales.
Antirrecurrenciales:
Todos ellos actúan estabilizando las membranas neuronales y por consecuencia 
disminuyendo su despolarización que conduce el impulso nervioso que lleva a la percepción 
del dolor.
De este grupo de fármacos, la gabapentina se ha utilizado anteriormente con buenos 
resultados en el tratamiento del dolor. Pero actualmente se prefiere la pregabalina
 por poseer menores reacciones adversas y mantener buena efectividad analgésica.
 Ambos bloquean los canales de calcio y son más eficaces en los dolores nociceptivos.
Según varios estudios publicados la efectividad de la pregabalina para el dolor es alrededor 
del 80 %. Y en otras publicaciones donde se compara la pregabalina con otros fármacos de 
distintos perfiles (antidepresivos, otros antirrecurrenciales, opioides, etc.) se evidencia su
 superioridad en eficacia analgésica.

También contamos con el grupo de bloqueantes de canales de sodio como la
 carbamazepina, oxcarbamazepina, topiramato y lamotrigina que son más efectivos en los 
dolores neuropáticos.
El tipo de dolor y el perfil farmacológico de cada uno de estos antirrecurrenciales permitirá
 ajustar la elección del fármaco a cada paciente en particular.
Analgésicos opiáceos:
Los opiáceos son, de los analgésicos accesibles, los más poderosos; actúan en el ámbito
 periférico, espinal y supraespinal del proceso. Estos analgésicos se caracterizan por poseer 
afinidad selectiva por los receptores endógenos opioides.
Al igual que las guías de tratamiento del dolor oncológico, este grupo de fármacos se reserva
 para casos de mayor gravedad, con dolores severos, incapacidad funcional y resistencia a 
otros fármacos.
Es interesante como molécula la metadona que tiene un efecto analgésico agregado por
 bloquear receptores NMDA. Sin embargo se prefiere el uso del tramadol por ser un opioide 
débil (menor efecto adictivo) y poseer un efecto inhibitorio sobre la recaptación de serotonina
 y noradrenalina.
Tratamientos coadyuvantes:
Triptofano
La serotonina modula las vías del dolor y el triptofano es su precursor.
La ingesta de triptofano influye directamente en la cantidad de serotonina en el plasma y el 
cerebro. Esta fue la primera demostración (1980) aceptada del control dietético directo de 
un neurotransmisor cerebral por un simple aminoácido.
El jamón y la carne, las anchoas saladas, los quesos suizos y parmesanos, los huevos, las 
almendras y los kiwis contienen grandes cantidades de triptofano.
Los suplementos de triptofano están indicados para favorecer la síntesis de serotonina y 
beneficiar el efecto farmacológico de los antidepresivos serotoninérgicos.
También se justifica su indicación porque está comprobado que la disminución del
 triptofano aumenta la sustancia P (que favorece el dolor).
Fenilalanina
La fenilalanina es el precursor de las catecolaminas. El uso de suplementos de fenilalanina
 favorece la síntesis de catecolaminas, que resulta en un buen coadyuvante del tratamiento
 antidepresivo. Los pacientes tratados con este suplemento mejoran sus síntomas físicos
 además de los afectivos. Tiene la habilidad única de bloquear ciertas enzimas, las
 encefalinasas en el SNC, encargadas de degradar las endorfinas. El resultado será el 
aumento de endorfinas y la disminución del dolor.
Zinc
En la Fibromialgia, la disminución del zinc se asocia con mayor número de puntos dolorosos.
La dieta general no es suficiente para cubrir las necesidades de zinc en esta enfermedad,
 por ejemplo, 100 mg de jamón serrano –rico en zinc- contiene sólo 2.3 mg de zinc. 
Es por esto que recomendamos suplementos del metal como coadyuvante en el tratamiento 
del dolor.
Magnesio
La disminución se relaciona con depresión bipolar, dolor crónico, ideación suicida y Fibromialgia.
Recordemos que es requerido en el metabolismo de carbohidratos y lípidos para la
 producción de energía El ATP existe principalmente en forma de complejo con magnesio 
(MgATP).También es necesario para la síntesis de ADN, ARN y síntesis proteica y de glutatión.
 La fosforilación de proteínas para formar cAMP requiere de MgATP.
Como la dieta general no es suficiente para cubrir las necesidades de magnesio en 
el Síndrome de Fatiga Crónica, recomendamos suplementos de este elemento como
 coadyuvante en el tratamiento del cansancio y fatiga.

Dehidroepiandrosterona
La dehidroepiandrosterona (DHEA), hormona derivada del colesterol, forma parte de un 
paso intermedio en el metabolismo de los esteroides sexuales adrenales con
 rol sobre el sistema endocrinológico (adrenarca; precursor de hormonas gonadales), 
el sistema inmunitario (como agente antiglucocorticoideo; desviando el balance Th1/ Th2 
hacia la inmunidad celular; estimulando a la IL2), el sistema cardiovascular (prevención 
de enfermedad cardíaca, observándose la disminución urinaria y plasmática de ambas 
en pacientes con IAM; hipercolesterolemiante e hipertensor), el metabolismo
 (control lipídico -disminución de colesterol y de triglicéridos-, glucémico e insulínico), el músculo
 (glucogenólisis), la piel (control de crecimiento piloso y secreción seborreica), el tejido
 óseo (aumento de densidad ósea). Nos importa aquí la función cerebral (como esteroide
 de acción central con función sobre el crecimiento neuronal por aumento del flujo y aumento
 de la producción de IGF-1, y generación de sensación de bienestar). Comprobamos
 que suplementos de DHEA en pacientes tratados por Síndrome de Fatiga Crónica 
mejoran sensiblemente el rendimiento físico del paciente y su estado general.

Modafinilo:
Se trata de un agonista de los receptores alfa-1 adrenérgicos e inhibidor de la recaptación
 de dopamina. El efecto es estimulante somatopsíquico, necesario muchas veces al comienzo
 del tratamiento de pacientes más graves, como coadyuvante hasta que los demás 
fármacos comiencen a actuar definitivamente, disminuyendo el cansancio y las horas de 
sueño diurnos típicos del Síndrome de Fatiga Crónica, aunque no se recomienda su uso
 prolongado.

S-adenosilmetionina:
Recordemos que la metionina es un aminoácido neutro y es el primero en la síntesis de
 cualquier proteína y que el 80% se transforma en cisteína, que da lugar a S-adenosilmetionina
 (SAM), luego a S-adenosil homocisteína y finalmente homocisteína. Se comercializan 
productos de venta libre que contienen 400 mg de metionina como reparador del cartílago
 articular y restituyente del estado anímico. Dosis variables entre 100 y 400 mg/día
 disminuyen el dolor y el número de puntos sensibles en la Fibromialgia, y disminuye
 las sensaciones de agotamiento físico en el Síndrome de Fatiga Crónica.
Acido málico:
Pacientes con Fibromialgia, presentan niveles anormalmente altos de metabolitos micóticos
 en la orina. Uno de estos metabolitos es ácido tartárico. Se presume que el ácido tartárico
 inhibe la producción del ácido málico, al impedir la producción de la enzima fumarasa 
que produce ácido málico del ácido fumárico en el Ciclo de Krebs. Recordemos que
 de esta secuencia metabólica se produce normalmente la glucosa. Esto explicaría el 
cansancio en el Síndrome de Fatiga Crónica. Por otro lado el ácido tartárico es tóxico per se
 para el músculo, lo que explicaría el dolor muscular en la Fibromialgia. Los suplementos de 
ácido málico (200 mg/día) disminuyen los efectos tóxicos del ácido tartárico al suplir el ácido
 málico deficiente.
El 50% de los pacientes con Fibromialgia, quienes frecuentemente presentan metabolitos 
micóticos elevados, sufren hipoglucemia aún cuando el azúcar de la dieta es adecuado
 o hasta excesivo. Consumir azúcar produce un alivio pasajero, pero esto favorece el 
sobrecrecimiento micótico.
Nicotinamida adenina dinucleótido reducida – NADH
La nicotinamida adenina dinucleótido actúa como coenzima en las reacciones redox, como
 donante de grupos ADP-ribosa en las reacciones de ADP-ribosilación, como precursor del 
segundo mensajero de la molécula cíclica de ADP-ribosa y como sustrato para las ADN 
ligasas bacterianas y un grupo de enzimas llamadas sirtuinas (las sirtuinas se asocian
 con procesos metabólicos implicados en la longevidad), que usan NAD+ para eliminar 
los grupos proteícos acetilo. Recordemos que el NADH actúa como transportador de
 2e- y 1H+, para acabar cediéndolos. En el catabolismo aerobio, el NADH cede sus
 electrones al complejo NADH-deshidrogenasa (el primer elemento de la cadena 
respiratoria) situado en la membrana interna de la mitocondria; en el catabolismo
 anaerobio, como en la fermentación láctica, el NADH cede sus electrones al ácido 
pirúvico que se reduce a ácido láctico.
Esta fisiología del NAD nos permite comprender por qué en los SSD reduce la fatiga.
 Este hallazgo y la participación de otros procesos mitocondriales apoyan la teoría 
que dice que estos Síndromes son una patología mitocondrial Ribosa
Su uso en el SSD es relativamente reciente. Al perderse moléculas de ATP y ADP y
 acumularse AMP, el suplemento de Ribosa favorece la síntesis de nuevo ATP otorgándole 
al paciente mayor capacidad de recuperación física.

Guaifenesina
El tratamiento de la Fibromialgia con guaifenesina revierte la evolución de la enfermedad.
Tiene por objetivo encontrar la dosis diaria adecuada que permite la excreción urinaria de
 fosfatos acumulados en exceso en todas las células. Los tejidos con mayor irrigación 
(músculos) serán los primeros en movilizar sus depósitos de fosfatos, mientras que 
las estructuras como ligamentos y tendones (con menor aporte sanguíneo) tardaran más
 y probablemente necesiten de mayores dosis. Es por esto que se espera que los síntomas
 en estas estructuras desaparezcan en una etapa más avanzada del tratamiento.
La evolución es diferente en cada paciente, pero se puede esperar mejoría dentro de los primeros
 meses.

Nifedipina
Es un bloqueador de canales de calcio que se utiliza para el tratamiento del dolor en la 
Fibromialgia, ya que se lo relaciona fisiopatológicamente con disfunciones vasculares 
a nivel muscular. Se suelen usar entre 10 y 30 mg/día.

Lidocaina
Se trata de un anestésico local que se aplica en forma de parches o de infiltraciones.
 Del sitio de aplicación difunde rápidamente a los axones neuronales, si la fibra nerviosa 
es mielinizada penetra por los nodos de Ranvier a la membrana citoplasmática, 
bloqueando los canales de sodio y evitando la despolarización de membrana.
Miorrelajantes
Entre los más utilizados, se encuentra la Ciclobenzaprida de acción central, en dosis de 
10 a 25 mg/día. La estructura química de esta molécula está estrechamente relacionada 
con el antidepresivo tricíclico amitriptilina. Este agente actúa sobre la formación reticular 
disminuyendo el tono motor, y ejerce efectos antiespasmódicos locales sobre el 
músculo esquelético. Se documentaron efectos beneficiosos en asociación con el ibuprofeno.

Hipnóticos
Muchas veces se debe prescribir un hipnótico en este grupo de enfermedades. 
Sea por la ansiedad que produce el mismo cuadro, por los dolores musculares nocturnos,
 por la depresión asociada o por el Síndrome de Piernas Inquientas, los pacientes se quejan
 de insomnio. Más allá de actuar farmacológicamente sobre la causa del insomnio, 
agregar un hipnótico como zopiclona o zolpidem garantiza un buen descanso al paciente.
El uso de la amitriptilina en dosis nocturnas sea como antidepresivo o como tratamiento
 del dolor, puede ser suficiente para mantener el sueño del paciente y suplir la necesidad 
de un hipnótico.

Capsaicina
El compuesto químico capsaicina es el componente activo de los pimientos picantes
 (Capsicum). Existe evidencia de que la capsaicina puede eliminar la sustancia P de los
 terminales nerviosos sensoriales locales.
Actualmente se aplica en forma de tópicos sobre la piel, por ejemplo cuatro veces al día,
 para disminuir el dolor. Estudios recientes han aislado en la capsaicina la molécula
 QX-314, ésta tiene la propiedad de atravesar la pared celular de las neuronas receptoras
 del dolor (inhibiendo así totalmente cualquier dolor) sin afectar el funcionamiento de las
 otras neuronas, por este motivo se puede utilizar como un anestésico que no adormece
 ni entumece, por tal motivo se podría aplicar en afecciones con dolor crónico.

Hormona de crecimiento - GH
Recordemos que un 80 % de la hormona de crecimiento (GH) se secreta en la fase cuatro
 no REM del sueño, que está alterada en pacientes con Fibromialgia. La GH tiene una
 función crítica en la homeostasis y reparación muscular. EL exceso de somatostatina caus
disminución de GH en Fibromialgia por inhibición de liberación de GHRH. Los niveles 
séricos de GH y el péptido IG-1 están disminuidos en casi el 70 % de estos pacientes.
 Es por esto que varios autores sugieren terapias de reemplazo de GH como forma eficaz
 de tratamiento, hasta alcanzar niveles de 250 ng/ml.
Otros
También se ha descripto el uso de ropirinol, pramipezol (sobre todo en los SSD que
 se acompañan de Síndrome de Piernas Inquietas) caltonina, ondansetron, bifofonatos, ketamina.
Estas moléculas y su uso en SSD pueden consultarse en la bibliografía recomendada
Existen distintas herramientas psicológicas que han contribuido fehacientemente a disminuir
 los síntomas de estos pacientes. Entre ellas las más reconocidas son el Biofeedback,
 la Terapia Cognitiva Conductual (TCC), la Terapia Grupal, la Terapia Ocupacional,
 la Hipnosis, y sin olvidar EMDR (Movimientos Oculares de Desensibilización y Reprocesamiento).
Entre otras medidas que deben acompañar al tratamiento se incluyen: la disminución de
 estimulantes de la dieta (azúcar, cafeína, alcohol), el ejercicio aeróbico de bajo 
impacto (movimiento con mínima fuerza y a incrementarse según evolución), los
 masajes kinesiológicos, la acupresión, la acupuntura (aprobado por National Institutes
 of Health-NIH en 1997), las técnicas de relajación, Yoga (con ásanas de permanencias
 cortas), la ozonoterapia y sobretodo mucha diversión.
Conclusiones
Estos síndromes sensitivos disfuncionales son consultas frecuentes en la práctica psiquiátrica.
 Constituyen un grupo de pacientes hartos de deambular de especialista en especialista,
 quienes terminan por utilizar los términos “psicológico, emocional o funcional” como sinónimo 
de exageración somática de síntomas irreales.
Muchos colegas han aducido durante décadas que estas patologías (hoy englobadas
 bajo el nombre de Síndrome de Sensibilidad Central o Síndrome Sensitivo Disfuncional)
 no existen sino en la imaginación de quienes se quejan No solo existen, sino que 
de no acordarse un diagnóstico temprano son progresivas y llevan a un deterioro físico tal 
que producen severas dificultades para poder desplazarse e incapacidad de movimiento 
generalizado.
Recalcamos nuevamente que es imperativo descartar otras enfermedades que presentan 
síntomas parecidos como enfermedades autoinmunes, enfermedades infecciosas, neoplasias,
 hepatopatías o neuropatías, enfermedades neuromusculares, endocrinopatías, obesidad,
 dependencia o abuso de alcohol, desórdenes idiopáticos de sueño, efectos colaterales
 de terapéuticas sistémicas.
La depresión endógena y la distímia suelen ser comórbidas a la Fibromialgia y al Síndrome
 de Fatiga Crónica pero estas últimas exceden el concepto de equivalente depresivo. Ya 
aclaramos que en las alteraciones psiconeuroinmunoendócrinas presentan algunas 
similitudes pero más diferencias
Escuchar, diagnosticar y tratar a estos pacientes es demostrar que la medicina es 
interdisciplinaria y que el mundo “psi” indudablemente repercute en la formación y 
perpetuación de síndromes orgánicos más o menos específicos.
Que este ejemplo ilumine el camino para la búsqueda de la permanente interrelación 
entre todos los órganos vistos como un sistema integrado de respuesta desde y 
hacia el medio que nos circunda.